La publicación de la Ley 3051/2006, Nacional de Cultura, su fundamentación y considerandos se ponen a disposición de la ciudadanía para conocimiento y divulgación.
La construcción de una ciudadanía responsable en el ejercicio pleno de los derechos y protagonista de cambios culturales supone necesariamente el conocimiento de las leyes que regulan las políticas culturales. El conocimiento de la ley permite a cada ciudadano ejercer plenamente sus derechos y exigir el cumplimiento de los mismos.
El advenimiento de la democracia trajo, entre otros cambios en la estructura del Estado, lo que podríamos denominar “el primer intento de política cultural”: la creación de una Subsecretaría de Estado de Cultura, dependiente del Ministerio de Educación y Culto, por un decreto de marzo de 1990. De tal manera, el Estado reconocía su ineludible responsabilidad ante la dimensión cultural de su labor. En los considerandos del decreto se puntualizaba que “por la complejidad adquirida por las actividades del ministerio (MEC) y las dimensiones de las mismas, que dificultan la eficiente atención de los asuntos relacionados con sus fines, se vio la necesidad de la modernización institucional a los efectos de dar mejor atención [del culto…] y de la cultura [era entonces Ministerio de Educación y Culto] se crearon las Subsecretarías de Educación, de Culto y de Cultura…”. Se señalaba que: “(…) la Subsecretaría de Cultura es la instancia estatal creada para delinear la política cultural del Gobierno y ejecutar los planes y programas pertinentes, a través de sus dependencias”.
