Las cartas tienen como punto principal Emiliano, hijo de Francisco Solano López y Juanita Pesoa, el mayor de los varones.
La preocupación por el bienestar del mismo se puede apreciar en otras correspondencias o en el envío de dinero a través de Martin Mac Mahon, embajador de EEUU en Paraguay, cuando la guerra estaba prácticamente decidida en 1869.
Habla de que le gustaría que Emiliano estudie matemáticas y del envío de unas encomiendas, aclarándole a Bareiro que si necesita dinero que use los fondos de la cuenta que López tenía en Europa. Este no es un detalle menor, pues demuestra la absoluta confianza del presidente en su encargado diplomático, que además era su primo.