En 1852 ingresó al ejército y cuatro años más tarde ostentaba el grado de Capitán.
Fue secretario del General Francisco Solano López en el Pacto de San José de Flores, firmado en noviembre de 1859.
Posteriormente sería designado secretario de la legación paraguaya en Inglaterra.
En el año 1864 recibió instrucciones del gobierno para viajar a Alemania con el fin de adquirir materiales de guerra para nuestro ejército, difundir la causa paraguaya y los legítimos derechos de los territorios en litigio con los países vecinos. En aquella oportunidad fue condecorado con la “Cruz de la Corona de Prusia”.
En ese tiempo se hizo muy amigo del jurisconsulto argentino Juan Bautista Alberdi.
En 1868, Benites visitó los Estados Unidos de América. Desesperado ante la suerte del país fue a pedir a aquel su intervención en el conflicto. Napoleón III apoyaría aquella intervención.
De regreso al país, en 1872, fue elegido por Salvador Jovellanos para la Cancillería. Al poco tiempo fue designado para viajar a Inglaterra y controlar los empréstitos a los que el Paraguay accedió en dicho país.
Su perseguidor sería Juan Bautista Gill, quien siendo presidente lo mando arrestar, por lo que tuvo que exiliarse por unos años.
En 1894, hallándose de nuevo al frente de la Cancillería, le tocó ajustar con el ministro plenipotenciario de Bolivia, Telmo Ichazo, un proyecto de tratado de límites, que fue muy cuestionado en su tiempo por ser considerado lesivo a los intereses nacionales.
Fue director general de Correos y Telégrafos, Fiscal General del Estado y Presidente del Superior Tribunal de Justicia. Benítes fue Senador Nacional por la Asociación Nacional Republicana, y actuó largo tiempo en el periodismo nacional. Dirigió el diario “Patria”.
Dejó un rico aporte bibliográfico con valiosos datos históricos.
Falleció en Villarrica en 1910.