Oficial de Caballería, comandante del Regimiento 21. Sus habilidades para la natación hicieron que lo eligieran, por consejo del Capitán Ignacio Genes, para la misión del 2 de marzo de 1868 para abordar los acorazados que quedaron entre Humaitá y Curupayty luego de que rebasaran la fortificación de Humaitá. En esta ocasión perdieron la vida 100 de los 200 comisionados, otros 50 fueron heridos o tomados prisioneros, uno de los prisioneros fue el Capitán Céspedes.
En la posguerra recibiría un ascenso más llegando a Sargento Mayor.